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Sólo necesitaba unas gafas

1 agosto, 2015


Cuando terminé la carrera y empecé a trabajar, lo hice en una empresa de servicios informáticos, con una beca-contrato como programador en C y C ++, la verdad es que la cosa estaría interesante de no ser porque todos los días al final de la jornada salía de la empresa con un espectacular dolor de cabeza, un inaguantable dolor de cabeza. Llegó el momento en que incluso intentaba salir antes todos los días debido al tremendo dolor de cabeza que tenía.

Al principio le eché la culpa a la terrible atmósfera que había en el lugar de trabajo, debido a que por aquellos tiempos estaba permitido fumar en el lugar de trabajo. Llegaba a casa no solo con dolor de cabeza, sino también con un olor a tabaco en toda la ropa que tiraba para atrás.

En cuanto a la vista, la verdad es que yo veía perfectamente bien, tanto de cerca como de lejos. Yo, en principio, no podía echar la culpa del dolor de cabeza a la mala visión, porque yo no tenía ningún problema con esta.

Pero de todas formas fui al oculista para que me la revisara. Fui a un oculista de mi barrio, me revisó la vista y me dijo que en el ojo izquierdo tenía un ligero defecto pero que no era necesario ponerme gafas todavía debido a la poca gravedad de la graduación.

Y yo continué en el trabajo, día tras día, con un terrible dolor de cabeza. Cuando dejaba la oficina la cabeza me daba vueltas. Siempre llevaba una aspirina en el bolsillo para tomármela para que me aliviase.

Posteriormente dejé la empresa privada, dejé de trabajar con ordenadores durante una temporada y el dolor de cabeza desapareció. Un par de años después empecé a trabajar en el sector público, otra vez, con ordenadores, y como por arte de birlibirloque el dolor de cabeza volvió a aparecer.

Así que esta vez me fui a un oculista de cerca del trabajo y le dije: ‘Mire, me han dicho que tengo la vista bien,  pero yo todas las tardes salgo de la oficina con la cabeza a punto de explotarme’,  ¿Qué le parece?. El nuevo oculista me graduó la vista y efectivamente tenía un insignificante defecto en el ojo izquierdo. Pero esta vez me dijo: ‘Bueno, hazte unas gafas’. Así que me fui a una óptica, y la verdad es que con las gafas no tenía sensación de ver mejor, pero, y esto es lo mejor, el dolor de cabeza desapareció completamente, ¡magia potagia!.

Y es que puede que hasta nosotros mismos no nos demos cuenta pero trabajar con ordenadores requiere tener la vista en perfectas condiciones, so pena de tener, como yo, terribles dolores de cabeza, aunque luego se vea perfectamente en la vida ordinaria.

Yo recomiendo ir al oculista al menor problema con el trabajo con ordenadores y hacer consciente al oculista del problema, porque puede que lo único que necesites sea unas gafas para trabajar con pantallas, después de todo.


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